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No sé si esto tiene nombre


El corazón latía sin un ritmo fijo, desaceleraba y acereleraba sin control. Traté de calmarlo disminuyendo el paso, pero no hizo más que empeorar, el miedo me instaba a caminar más rápido. Del negro concreto salían olas de calor y un suave vapor visible que calentaba mis pies. Traté de evitar los charcos, pero era imposible, y tarde o temprano mis zapatos terminaron mojados. 

Sin querer mi mente divagó, igual que siempre que caminaba, y me descubrí a mí misma con la nostalgia en el pensamiento. Imposible. Ya había jurado que eso había quedado atrás. Pero no. Para ese momento seguía allí, vivo, no como una posibilidad, sino como algo vano y lejano. Ví las cosas desde otra perspectiva a la vez que escuché unas palabras babosas. Respiré profundo y volví a las cavilaciones. Encontré cosas que antes no habían estado allí, como el hecho de haber tenido la oportunidad perfecta y haberla ignorado, por imbécil, por creer en huevonadas insustanciales con tanto respaldo como mis argumentos. Un cruce de miradas volvió a disparar mi alarma, pensé que estaba siendo paranoica, pero por las dudas miré hacia atrás y me relajé de inmediato, no había sido nada. Enrosqué un mechón suelto detrás de mi oreja, le sonreí al aire por puro alivio y casi corrí los últimos pasos, aunque la perspectiva que me esperaba luego no fuera tan alentadora, sólo quería tener otra cosa en qué ocuparme. Un olor algo extraño de lluvia con humo me nubló por un par de segundos y anhelé de nuevo la pérdida estúpida. Inhalé con ganas, aunque no fuese muy placentero, pero en ese momento el desespero era elevado, la necesidad de sentir por sentir, de sentirme al menos viva y dejar de ser lo que las lágrimas habían hecho de mí. Patética, pensé. Tuve al fin el escape a la realidad que me esperaba al final de la caminata y sonreí. Que suerte: aire acondicionado.



Amateur, muy amateur. No lo entiendes tú, yo sí, pero queda a libre interpretación. Ojalá al menos haya resultado entretenido, las madrugadas parecen ser el momento preciado. ¿Delirio o inspiración? Quizás un poco de ambos. Bueno, ahora yo agarro mi maletica de pertenencias y mi gandola de sueños, con eso me voy por el caminito que me toque.

Chao, pues!

PD: Maldita procrastinación.

2 comentarios:

Sayriina dijo...

Mariela, Mariela, Mariela...no entendi xD
Jaaaaaaaaaaaaaaaaaajajajaja!! broma.

Bueno, como siempre te lo he dicho, me gusta mucho leerte, porque, ni idea, sera qe me sacas de mi propia realidad y me llevas a la tuya, pero la cuestion es qe me gusta y punto.

Y al qe no le guste, pues que se vaya mucho a...incar a su madre xD (lo saqe de una cancion)

Y si, los estados de animo cambiantes muchas veces se deben a esa cosa qe google me ayudo a comerme xD

Edelynda dijo...

Jajaja... Un monton de suspenso y luego risas xD! Q divertido! :D amateur o no, pero muy bueno!

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